¿Por qué no mejoran mis aptitudes psicológicas en el trabajo (y en mi vida)?
María Ibáñez Goicoechea y Jesús Jiménez Cascallana, directores del Centro de Psicología e Introspección en Madrid
Seas empresario, directivo, autónomo, empleado o futuro trabajador, esto te interesa. En la actualidad, está ampliamente reconocido que las aptitudes psicológicas desempeñan un papel crucial en nuestro bienestar general y en el éxito de nuestros proyectos, tanto en el ámbito profesional como en el personal. Desde la capacidad para resolver conflictos hasta la empatía, el equilibrio emocional, la autoestima, la asertividad, la resiliencia, la flexibilidad y el pensamiento crítico, la autogestión del tiempo… todas estas habilidades son fundamentales para afrontar situaciones complejas con una actitud inteligente y llevar las iniciativas a buen puerto.
¿Cómo nos benefician estas aptitudes?
La capacidad para resolver conflictos, por ejemplo, es esencial en cualquier entorno laboral, pues ayuda a manejar diferencias de opinión, negociar y llegar a acuerdos beneficiosos para todas las partes involucradas. La empatía, por otro lado, nos permite entender los sentimientos de los demás, fortaleciendo nuestras relaciones interpersonales y fomentando la colaboración y el trabajo en equipo. El equilibrio emocional es fundamental para mantener la calma y la claridad mental incluso en momentos de presión y estrés. La asertividad nos permite comunicar nuestras necesidades y opiniones de manera clara y respetuosa, estableciendo límites saludables. La resiliencia nos ayuda a recuperarnos de las adversidades y a seguir adelante incluso frente a las dificultades. La flexibilidad nos permite adaptarnos a los cambios. El pensamiento crítico nos permite analizar información con objetividad y llegar a conclusiones fundamentadas, lo que nos ayuda a tomar decisiones y a resolver problemas de manera efectiva.
La capacidad para resolver conflictos, la empatía, el equilibrio emocional, la autoestima, la asertividad, la resiliencia, la flexibilidad y el pensamiento crítico o la autogestión del tiempo son habilidades fundamentales para afrontar situaciones complejas
¿Por qué cuesta tanto ponerlas en práctica?
Aquí viene el problema del que nunca se habla. Si uno comprende las ventajas de estas aptitudes y actitudes, lógicamente quiere tenerlas. Sin embargo, la inmensa mayoría de los consejos o métodos que se ofrecen para obtenerlas son ineficaces. ¿Por qué? Porque se basan sólo en la fuerza de voluntad, esfuerzo y la constancia. De esta forma se obtienen pequeños avances con mucho esfuerzo, y se producen efectos colaterales por represión de cómo uno habitualmente se siente o actúa. Por ejemplo, si alguien se propone ser más resiliente a base de reprimir su malestar, acabará teniendo estrés y muy probablemente ansiedad. Si se propone ser empático, y se lo “trabaja”, lo que en realidad hará es trata de refrenar su tendencia a criticar y competir, puede llegar a controlar y disimular esos impulsos, pero seguirán ahí, con lo que la supuesta empatía será impostada y no surtirá su efecto.
Nuestras aptitudes psicológicas son fundamentales para enfrentar los desafíos de la vida laboral y personal, pero la forma de desarrollarlas no es el esfuerzo y la persistencia, sino la comprensión de sus obstáculos y aprender a resolverlos
¿Cómo se desarrollan realmente estas cualidades?
La verdadera forma de desarrollar todas esas capacidades es descubriendo los obstáculos que impiden que se manifiesten. Siguiendo los ejemplos, si alguien quiere ser empático, debe descubrir que competir psicológicamente con los demás se lo impide, y después debe entender las causas de su competitividad psicológica (necesidad de “ser el mejor”, de quedar por encima de otros…) y aprender a resolver dichas causas. Si lo que se quiere es afrontar mejor los conflictos, debe comprender si su obstáculo es que teme el enfrentamiento, por ejemplo, o si por el contrario está siempre a la defensiva y se vuelve agresivo, o si suele tener la sensación de que le quieren menospreciar o engañar… Estas son algunas de las diferentes causas psicológicas que se interponen en la capacidad de afrontar adecuadamente los conflictos.
En resumen, nuestras aptitudes psicológicas son fundamentales para enfrentar los desafíos de la vida laboral y personal, pero la forma de desarrollarlas no es el esfuerzo y la persistencia, sino la comprensión de sus obstáculos y aprender a resolver dichos obstáculos. Es así cómo florecen estás habilidades que nos hacen mejorar nuestra calidad de vida y bienestar.