Luis Alberto Santos: «La revolución del talento implica valorar las habilidades humanas y no solo las competencias técnicas»
El mundo gana complejidad a pasos agigantados. Revolución tecnológica, sostenibilidad, ciudades inteligentes o nuevas formas de trabajo y de entender el talento son solo algunas de las coordenadas que definen un Siglo XXI repleto de desafíos difíciles de descifrar. De esos retos y de sus códigos trata precisamente Smart Citizens (Lidera 2024), el último libro de Luis Alberto Santos. Hemos hablado con el colaborador de Meta Empleo acerca de cómo se puede ser un ciudadano inteligente y sobrevivir a esta era de cambios.
Pregunta. ¿Todos podemos ser smart citizens? ¿Cuáles son las claves para lograrlo?
Respuesta. Sí, todos podemos ser smart citizens. Esto implica una educación continua, la participación activa en la planificación urbana y la adopción de un enfoque crítico y proactivo frente a los problemas sociales y medioambientales. La colaboración entre los ciudadanos y los líderes políticos es fundamental para construir entornos urbanos más sostenibles, habitables y, en definitiva, inteligentes. Para lograr este objetivo, es crucial fomentar la participación activa en la comunidad, aprovechar las nuevas tecnologías para mejorar la calidad de vida de los vecinos y promover prácticas sostenibles que beneficien a todos. De este modo, cada uno de nosotros puede contribuir de manera significativa a la creación de un futuro más próspero y equilibrado para nuestra ciudad y nuestro planeta.
P. Hablas de una revolución del talento. ¿En qué consiste esa revolución?
R. La revolución del talento a la que me refiero implica una transformación del mercado laboral que valora las habilidades humanas, como la creatividad, la empatía y la inteligencia emocional, en lugar de centrarse únicamente en las competencias técnicas. Este cambio se produce en un contexto en el que la automatización y la inteligencia artificial están reemplazando numerosos puestos de trabajo. Así, nos alejamos de las habilidades técnicas y mecánicas tradicionales, que ahora son ejecutadas por máquinas, robots y softwares especializados.
En este nuevo escenario, es esencial que las personas aprendamos a adaptarnos, a formarnos de manera continua y a desarrollar nuestro potencial único. En definitiva, se trata de cultivar nuestro talento, aquello que nos hace más humanos, únicos e insustituibles
P. ¿Cuáles son, a tu juicio, las grandes motivaciones que mueven al talento hoy?
R. Considero que las principales motivaciones incluyen encontrar un propósito en el trabajo, buscar un equilibrio entre la vida personal y profesional y contribuir de manera positiva a la sociedad. Valoramos el bienestar, la sostenibilidad y la oportunidad de trabajar en entornos que fomenten la creatividad y la colaboración. Además, deseamos dejar un legado del que podamos sentirnos orgullosos.
P. ¿Qué papel juega el reciclaje y el aprendizaje en el mercado laboral actual y futuro? ¿Cómo deberíamos plantearnos esa capacitación?
R. El reciclaje y el aprendizaje son fundamentales para adaptarse a los constantes cambios del mercado laboral. La formación debe ser continua y flexible, lo que nos permite adquirir nuevas habilidades y ajustarnos a un entorno volátil en el que las nuevas tecnologías desempeñan un papel cada vez más importante. Es crucial adoptar un enfoque que incluya el desarrollo personal y las soft skills (habilidades blandas), complementando la formación técnica con habilidades interpersonales y emocionales.
P. También haces referencia al tsunami tecnológico. ¿Hay víctimas en este tsunami? ¿Cuál es la mejor actitud que podemos adoptar frente a él?
R: Sí, existen víctimas del tsunami tecnológico, especialmente entre aquellos cuyos empleos son mecánicos y repetitivos, ya que estos pueden ser reemplazados fácilmente por la automatización. Ante esta situación, se presentan dos opciones: resistirse o adaptarse a los cambios. Aunque puede que prefieras una opción sobre la otra, cada vez es más evidente que la adaptación no será solo una elección, sino una obligación para prosperar en un contexto tecnológico, volátil y globalizado.
La mejor actitud es adaptarse proactivamente a los cambios, buscar oportunidades de formación y desarrollo personal, y adoptar una perspectiva positiva hacia la tecnología, considerándola como una herramienta que puede mejorar nuestras vidas y permitirnos realizar actividades más enriquecedoras y centradas en el valor humano.
P. Las tecnologías exponenciales están rediseñando el mundo. ¿Cuáles son para ti las más transformadoras?
Aunque existen muchas tecnologías que se complementan entre sí para lograr diferentes avances, las que considero más transformadoras son la inteligencia artificial, la robótica, el internet de las cosas (IoT), el blockchain y la biotecnología. Estas innovaciones están modificando la manera en que trabajamos, nos comunicamos y nos relacionamos, impactando en todos los aspectos de la sociedad. Además, están generando cambios que aún no somos capaces de vislumbrar, más allá de su influencia en el mercado laboral y en la vida cotidiana.
P. ¿Qué papel tendrá el teletrabajo y otras fórmulas flexibles en los próximos años? ¿Hay un lado oscuro del teletrabajo?
R. El teletrabajo, así como las modalidades flexibles o híbridas, seguirá adquiriendo una mayor relevancia. Aunque algunas grandes corporaciones predicen un retorno a la presencialidad total, lo que podría marcar el inicio del fin de la era del teletrabajo, esta modalidad permite a las personas lograr un mejor equilibrio entre su vida laboral y personal. Sin embargo, el lado oscuro del teletrabajo incluye el aislamiento social, la pérdida de la cultura organizacional, la dificultad para separar el trabajo de la vida personal y la presión constante por estar disponible en todo momento. Por estas razones, es fundamental establecer límites claros y fomentar la interacción social, incluso en entornos virtuales.
El lado oscuro del teletrabajo incluye el aislamiento social, la pérdida de la cultura organizacional, la dificultad para separar el trabajo de la vida personal y la presión constante por estar disponible en todo momento
P. Las ciudades concentran a más del 50 % de la población mundial, una tendencia que seguirá creciendo en el futuro. ¿Cómo evitar que se conviertan en espacios alienantes y deshumanizados?
R. Efectivamente, se estima que para 2050 el 70 % de la población mundial residirá en áreas urbanas, aumentando significativamente desde el 56 % actual. Para evitar que las ciudades se conviertan en espacios alienantes, es esencial promover la participación ciudadana en la planificación urbana, crear espacios verdes y fomentar la cohesión social. Las smart cities deben centrarse en el bienestar de los ciudadanos, integrando tecnología para mejorar la calidad de vida y promoviendo el desarrollo sostenible.
P. ¿Cuáles son las claves de una smart city?
R. Aunque es común confundir los términos «ciudad digital» y «ciudad inteligente», es fundamental destacar que las nuevas tecnologías desempeñan un papel crucial como habilitadoras en la gestión urbana, facilitando y mejorando la vida de sus habitantes. Las claves de una smart city incluyen, a través de la implementación de nuevas tecnologías y la recolección masiva de datos, la mejora de la sostenibilidad, la participación ciudadana, el uso eficiente de recursos y la transparencia en la gobernanza. Además, se busca fomentar la movilidad sostenible, garantizar el acceso a servicios públicos y crear espacios públicos habitables y agradables.