Larga vida laboral más allá de los 50
Las empresas empiezan a diseñar planes y programas para adaptar sus plantillas a una población activa cada vez más longeva
La diversidad será la característica de un mercado laboral en el que la población activa suma años: en la actualidad el 34 por ciento de la población activa (uno de cada tres) supera los 50, porcentaje que superará el 40 por ciento (cuatro de cada diez) en 2030. Un contexto en el que las nuevas generaciones están llamadas a convivir con los más sénior en entornos que deben ser cada vez más inclusivos, como apunta la Fundación Adecco. «La diversidad se impone de forma natural en el mercado laboral y las políticas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DE&I), convertidas en un imperativo ineludible, experimentarán un notable crecimiento en las próximas décadas», explica su director general, Francisco Mesonero.
Los resultados del III Monitor de Empresas de la Economía Sénior, elaborado por el del Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación MAPFRE, abundan en esta rotunda realidad y revelan que los mayores de 55 años ya suponen uno de cada cuatro empleados (26%) de las empresas españolas, diez puntos más que en 2023 (16,8%). Realidad que ha propiciado que una de cada cinco empresas (19%) haya puesto en marcha algún plan o iniciativa para la contratación de mayores, y que 4 de cada 10 cuenten con programas para gestionar y retener este talento.
“Es imprescindible que adaptemos nuestra economía a nuestra demografía. Los sénior se están consolidando como la población con mayor protagonismo a todos los niveles, y suponen un valor añadido para el mercado laboral y el rendimiento organizacional”, explica Juan Fernández Palacios, director del Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación MAPFRE. “Debemos reconocer y valorar adecuadamente su contribución, dejando a un lado los prejuicios que acompañan a estos empleados. Sobre todo, en un momento en el que muchos sectores están teniendo problemas para cubrir vacantes y retener el talento”, añade.
Los profesionales sénior aportan compromiso, experiencia, conocimiento, adaptación y capacidad para ejercer de mentores de los más jóvenes
Frente a los estereotipos y prejuicios que limitan las oportunidades laborales de este colectivo, basados en ideas como la supuesta falta de conocimientos tecnológicos o su menor flexibilidad, los profesionales sénior aportan compromiso con la organización, lo que se traduce en una menor rotación; la experiencia de décadas de trayectoria en sus respectivos campos, con un conocimiento especializado que resulta fundamental para la toma de decisiones estratégicas y la resolución de problemas complejos; la capacidad de adaptación y resiliencia, de ejercer de mentores y de traspasar su conocimiento a las nuevas generaciones.
En este sentido, desde la Fundación Adecco se hace una llamada de atención sobre la importancia de la capacitación de la fuerza laboral con medidas que ayuden a los profesionales sénior a mantener su cualificación a lo largo del tiempo, la puesta en marcha de planes para garantizar esa transferencia del conocimiento y la erradicación del edadismo en los procesos de selección.
Convivencia intergeneracional
Los expertos coinciden en la necesidad y los beneficios de una convivencia intergeneracional que fomenta la innovación, ofrece una mayor diversidad de perspectivas, experiencias y enfoques en la toma de decisiones, además de promover el aprendizaje continuo y la mejora del rendimiento del equipo. La práctica totalidad de las 100 compañías consultadas en el “II Informe Etalentum sobre tendencias y desafíos del talento” consideran positiva esta colaboración, casi nueve de cada diez (87%) cree que mejora el desempeño, pero casi la mitad (47%) reconocen la dificultad de gestionar esta diversidad.
Promover espacios de interacción y colaboración entre empleados de todas las edades, fomentar una cultura corporativa inclusiva, el diálogo y programas de mentoring son algunas de las soluciones que se plantean para afrontar estos desafíos. “Asistimos a un repunte del interés por los profesionales sénior, valorando su experiencia y compromiso. Afortunadamente, se consolida la tendencia hacia la diversidad generacional como una estrategia clave para obtener una ventaja competitiva sostenible», afirma David Boixader, CEO de Etalentum.
Diferencias en valores y expectativas profesionales, estilos de comunicación diversos, brechas en la adaptación a la tecnología o presencia de prejuicios y estereotipos generacionales son algunos de los retos que presenta esta convivencia que, bien gestionada, se puede transformar en un motor de innovación que favorece la adaptación de las empresas a un mercado laboral en constante evolución, coincide la Fundación Adecco.
¿Y a partir de los 65?
El futuro apunta a una economía sénior. En la actualidad una persona de 65 puede tener una esperanza de vida de otros 21 años más, y no son pocas aquellas que optan por alargar su vida laboral aunque ya estén en edad de jubilación. Los datos del INE correspondientes al último trimestre de 2023 indican que en nuestro país hay cerca de 280.000 ocupados de entre 65 y 69 años, y otros 51.000 de más de 70 años.
De ellos, unos 40.000 pertenecen a la categoría de directores y gerentes; 80.000 a técnicos y profesionales científicos e intelectuales; 32.000, a técnicos y profesionales de apoyo; 17.500, a empleados contables, administrativos y otros empleos de oficina.
Aunque con el tiempo nuestras capacidades pueden cambiar y la memoria puede funcionar de forma menos eficiente, salvo que medie algún tipo de patología, “lo fundamental, nuestro talento, nuestra capacidad intelectual y de aprendizaje, continúa hasta el final”, explica Feliciano Villar, catedrático de Psicología del Envejecimiento en el Departamento de Cognición, Desarrollo y Psicología de la Educación de la Universitat de Barcelona. «Necesitamos fomentar que las personas mayores sigan activas y que sigan participando y contribuyendo a la vida familiar y comunitaria», añade.