En busca de perfiles con experiencia y habilidades en IA

Apenas una de cada cinco empresas encuentra profesionales con la formación adecuada. Las compañías se muestran dispuestas a pagar hasta un 33% más por estos empleados, que pueden aportar enormes beneficios al funcionamiento de los equipos.
Mar Villasante

La Inteligencia Artificial ha irrumpido en el mercado laboral como una fuerza de alcance todavía impredecible. No solo ha puesto en jaque el futuro de múltiples empleos, que podrían sucumbir ante la potencia y la precisión de las máquinas, sino que su manejo se convierte poco a poco en una competencia imprescindible en el trabajo.

Junto con el Big Data, la IA ha tomado posiciones en las operaciones, la toma de decisiones o los servicios que las empresas prestan a sus clientes. Análisis de datos, personalización de experiencias de usuario o automatización de procesos son algunas de las aplicaciones de una tecnología que crece a un ritmo exponencial. No es de extrañar, por ello, que las empresas encuentren dificultades para encontrar talento especializado y capaz de comprender, implementar y optimizar soluciones basadas en IA y Big Data de manera efectiva, como señalan los expertos de la escuela de negocios The Valley.

El informe AI Readiness Index revela que casi la totalidad de las empresas españolas (98%) considera necesario y urgente implementar tecnologías de IA en sus negocios. Siete de cada diez (70%) prefieren contratar talento especializado en el uso de esta tecnología, pero la escasez de habilidades en el mercado laboral hace que apenas un 20% encuentre perfiles con la formación adecuada, según el estudio Impulsando las habilidades en IA, elaborado por Access Partnership y Amazon Web Services. Este informe revela, además, la disposición de las empresas a pagar hasta un 33% más en salarios para perfiles con experiencia y habilidades de IA.

Y es que, con un uso adecuado, estas tecnologías también pueden ser perfectas aliadas para la fuerza laboral. Según el informe Work Trend Index de Microsoft, tres de cada cuatro empleados utilizan la IA en su trabajo. La automatización de tareas rutinarias, la optimización de los procesos empresariales o la realización de análisis complejos son algunas de las ventajas que ofrece la IA y que, a la postre, se traducen en un aumento de la productividad. Una tecnología que libera a los empleados de tareas repetitivas y les permite centrarse en el valor añadido para mejorar la calidad de los resultados. Los profesionales, no obstante, se están formando por su cuenta. Solo en lo que va de 2024 se ha multiplicado por 142 el número de miembros de LinkedIn que añaden habilidades de IA como Copilot y ChatGPT a sus perfiles, mientras que se ha registrado un aumento del 160% en el número de profesionales no técnicos que utilizan cursos de LinkedIn Learning para adquirir aptitudes de IA.

El estudio Uso de la inteligencia artificial y el big data en las empresas españolas, elaborado por el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (Ontsi), revela que el 4,6% de los negocios de menos de 10 empleados ya utiliza la IA y ha incorporado robots en alguno de sus procesos. La implantación de IA por sectores económicos, de acuerdo con este estudio, resulta muy variable, con una elevada diferencia de casi 36 puntos porcentuales entre el sector con más adopción de esta tecnología (TIC: 41,3%) y el sector con menos (Construcción: 6,3%). Este informe revela igualmente el escaso nivel de adopción de inteligencia artificial en las empresas españolas: la utiliza el 11,8% de los negocios de diez o más personas empleadas, porcentaje que desciende al 4,6% para las microempresas de menos de diez personas.

La IA prácticamente acaba de nacer y poco a poco crecerá hasta convertirse en una inteligencia adulta y madura que irá ganando posiciones en los entornos laborales. Pero, de momento, los líderes empresariales consultados en el informe “Leading Through the Great Disruption”, elaborado por The Adecco Group, valoran más las habilidades humanas consideradas irremplazables, como la creatividad, la empatía o el pensamiento innovador. Seis de cada diez esperan que la IA ahorre trabajo, reduzca las tareas repetitivas y permita a los empleados enfocarse en el trabajo estratégico.

Las posibilidades de la IA en la gestión y organización de la fuerza laboral son inmensas. Así, la integración de ChatGPT a las herramientas de WorkMeter, empresa española especializada en medición automática de tiempos de trabajo y productividad, permite obtener datos rigurosos y verificables de manera instantánea acerca de los departamentos de la organización que tienen mayor carga de trabajo, de las horas que se dedican a un determinado proyecto o de los días de la semana en que la empresa es más o menos productiva, entre otros. “Al unir la capacidad de análisis y traducción a lenguaje natural del ChatGPT con la profundidad y rigor de los datos recogidos automáticamente por nuestras herramientas, estamos abriendo todo un mundo de posibilidades a los directivos y gestores de departamentos de Recursos Humanos, que ya pueden preguntarle directamente al sistema qué está sucediendo en su organización, obtener una respuesta fundamentada en las lecturas de los datos de manera instantánea y tomar decisiones informadas en base a esas respuestas”, explica Joan Pons, CEO de WorkMeter. La revolución apenas acaba de comenzar.

 

Son incontables las aplicaciones de IA que, con mayores o menores dosis de “inteligencia”, se han puesto al servicio de los profesionales de múltiples ámbitos y entornos laborales. Estas tecnologías también han llegado a sectores como el jurídico, donde podemos encontrar Maite.ai, una herramienta basada en una IA generativa avanzada que combina Inteligencia Artificial con interacción en lenguaje natural. Entrenada en grandes bases de datos de documentos legales, jurisprudencia y literatura relacionada, integra información específica de cada cliente con datos externos para ayudar a los profesionales jurídicos a ser más productivos y eficientes. La función de Maite.ai consiste en asistir a abogados, paralegales o cualquier otro profesional en el ámbito jurídico para ofrecer respuestas a consultas legales complejas, proponer soluciones a los casos legales planteados, ayudar en la comprensión de cada caso mediante resúmenes detallados y respuestas directas a preguntas específicas y gestionar tareas monótonas y repetitivas, como la redacción y el análisis de documentos legales de todo tipo.