El reto del biogás en España: mucho potencial, poco talento
Carlota Pérez Marina, directora del área de energía de Catenon.
El crecimiento del sector del biogás en España es innegable. Con una inversión prevista de hasta 15.000 millones de euros, grandes fondos de inversión están apostando por el desarrollo de infraestructuras para transformar residuos en energía limpia. Sin embargo, hay un problema estructural que amenaza con frenar esta oportunidad: la falta de profesionales especializados.
España cuenta con una de las mayores producciones de residuos agrícolas, ganaderos e industriales de Europa. Dispone, además, de una red de distribución de gas bien desarrollada y de un sector privado con la capacidad y el interés por invertir. Sobre el papel, todos los ingredientes están listos para consolidar el biogás como una fuente clave en la transición energética. Sin embargo, la realidad nos dice que la ausencia de talento especializado está ralentizando la puesta en marcha de muchos proyectos.
Un sector que necesita especialistas, no improvisaciones
El biogás no es un sector de grandes plantas con miles de trabajadores, sino un mercado que exige proyectos bien estructurados y coordinados por especialistas. La producción de biometano requiere no solo conocimientos técnicos, sino también una visión estratégica y de negocio que permita desarrollar infraestructuras eficientes y rentables.
Actualmente, los perfiles más demandados en este sector incluyen: Responsable de Estrategia de Negocio en Residuos y Biogás, Ingeniero de Biometano, Waste Management Director, Environmental Manager, Business Development Director, Responsable de Planta o R&D Director, entre otros.
Los perfiles más demandados en este sector incluyen: Responsable de Estrategia de Negocio en Residuos y Biogás, Ingeniero de Biometano, Waste Management Director, Environmental Manager, Business Development Director, Responsable de Planta o R&D Director
No estamos hablando de un problema futuro. Hoy en día, las empresas ya tienen dificultades para encontrar estos perfiles, especialmente en las fases de operación y mantenimiento. El talento no está disponible a la velocidad que requiere el mercado, y eso puede traducirse en una ralentización de los proyectos o en una dependencia de talento internacional.
Si observamos el desarrollo del biogás en otros países europeos, vemos que aquellos que han conseguido consolidar su producción lo han hecho, en gran medida, gracias a una apuesta decidida por la especialización del talento. Alemania, Francia y los países nórdicos han invertido en formación técnica, en colaboración entre empresas y universidades, y en el desarrollo de programas de capacitación que garanticen una base sólida de profesionales. En España, sin embargo, el mercado avanza más rápido que la disponibilidad de expertos, lo que genera una brecha preocupante.
La brecha formativa: un obstáculo real
Uno de los factores que explican esta carencia es que España no ha desarrollado aún un ecosistema educativo y profesional adaptado a la creciente demanda del sector. La formación en biogás sigue siendo un nicho dentro de la ingeniería y la gestión ambiental, y no se ha consolidado como una disciplina con suficiente oferta académica y técnica.
Mientras en países del norte de Europa se han implementado programas específicos para formar a los futuros especialistas en biometano y gestión de residuos, en España seguimos dependiendo de la experiencia acumulada en sectores más tradicionales del gas y la energía. Esto supone un desafío adicional para atraer a jóvenes profesionales a un sector que, paradójicamente, está lleno de oportunidades laborales.
En España la formación en biogás sigue siendo un nicho dentro de la ingeniería y la gestión ambiental, y no se ha consolidado como una disciplina con suficiente oferta académica y técnica
Además, el biogás es un sector que exige una combinación de conocimientos técnicos y estratégicos. No basta con saber cómo se genera el biometano, sino que es fundamental comprender la regulación del mercado energético, la logística del transporte y la optimización del aprovechamiento de los residuos. Sin una formación adecuada, será difícil que el sector alcance la madurez necesaria para competir a nivel europeo.
Sin talento, no hay transición energética
La apuesta por el biogás en España no puede quedarse solo en cifras de inversión y en incentivos regulatorios. Sin un plan claro para atraer, formar y retener talento, la transformación del biogás en una fuente estable de energía renovable será más lenta y costosa de lo que debería ser.
Las empresas del sector, las universidades y las administraciones deben trabajar conjuntamente para cerrar esta brecha formativa y fomentar la especialización en biogás. No se trata solo de garantizar el crecimiento de un mercado con un enorme potencial, sino de asegurar que España pueda liderar la producción de biometano en Europa y reducir su dependencia energética de fuentes externas.
España tiene ante sí una oportunidad única. Contamos con los residuos, con la infraestructura y con el capital necesario para convertirnos en un referente en biogás. Pero sin profesionales capacitados, esa oportunidad se quedará en una promesa incumplida. Es el momento de apostar por la formación y por el talento especializado, porque sin ellos, la transición energética será solo una meta inalcanzable.