¿El adiós a la edad de oro del empleo tecnológico?
Tras años siendo un colectivo privilegiado en cuanto a beneficios laborales, la era de las ventajas, el trabajo flexible y la estabilidad laboral podría estar llegando a su fin
El panorama del empleo en el sector tecnológico ha experimentado un cambio radical en los últimos años. Como pudimos ver en la película Los becarios (2013), una comedia protagonizada por Vince Vaughn y Owen Wilson, todos tenemos en mente las típicas oficinas de las grandes tecnológicas, que solían ser el paraíso para los trabajadores, con espacios diseñados para fomentar la creatividad y el bienestar. Estos ambientes incluían futbolines, mesas de ping-pong, máquinas arcade, toboganes y áreas de descanso, todo con el objetivo de hacer del trabajo un lugar más divertido y relajado, alejándose de la norma de lo que se esperaría en una gran empresa. Aunque la intención era ofrecer un espacio donde los trabajadores pudieran desconectar, socializar y recargar energías, disfrutando de beneficios como snacks gratuitos, gimnasios y servicios de masajes, los recientes cambios en la industria están provocando que muchas de estas comodidades se recorten, dando paso a una cultura corporativa más dura y exigente, centrada en la eficiencia y la productividad. Se acabó el chollo.
Las cuatro grandes empresas tecnológicas (Google, Apple, Facebook —Meta— y Amazon) destacaron durante años no solo por su innovación y crecimiento, sino también por las condiciones laborales excepcionales que ofrecían a sus trabajadores
Las empresas GAFA, las cuatro grandes empresas tecnológicas (Google, Apple, Facebook —Meta— y Amazon), dominan el sector y, durante años, destacaron no solo por su innovación y crecimiento, sino también por las condiciones laborales excepcionales que ofrecían a sus trabajadores. Sin embargo, en los últimos años, este enfoque ha comenzado a cambiar:
Google: Fue pionera en ofrecer a sus trabajadores múltiples benefits, como comidas gratuitas, gimnasio y un ambiente de trabajo relajado para que se sintieran como en casa. Sin embargo, la empresa ha comenzado a presionar más a sus trabajadores (algunos se han visto obligados a trabajar hasta 60 horas a la semana), implementando políticas más estrictas sobre las horas de trabajo y el rendimiento, y en 2024 se produjeron despidos masivos en muchas de sus divisiones. Courtenay Mencini, portavoz de Google, afirmó que «seguimos invirtiendo en los mejores talentos técnicos y de ingeniería y, al mismo tiempo, reducimos significativamente el ritmo de nuestra contratación general».
Apple: Aunque siempre ha mantenido una cultura relativamente conservadora en comparación con otras tecnológicas, también ha comenzado a presionar más a sus trabajadores en términos de productividad y desempeño. A pesar de su enfoque en la innovación y la creación de productos de alta calidad, la empresa ha tenido que adaptarse a las expectativas de los inversores, quienes demandan rentabilidad a corto plazo y eficiencia operativa. Por ello, tras la cancelación de varios proyectos, se han despedido a más de 600 trabajadores, una cifra récord para la empresa de Cupertino.
Meta (Facebook): Durante años fue conocida por sus oficinas lujosas, con ventajas como comida gratis, zonas de recreo, masajes y una atmósfera relajada. Sin embargo, Mark Zuckerberg aseguró que «abordamos 2023 con el foco puesto en priorizar y en ser más eficaces», por ello la empresa implementó una «campaña de eficiencia», que resultó en despidos masivos y en una mayor presión sobre los trabajadores para aumentar el rendimiento. «Eso nos ayudará en las actuales circunstancias y nos convertirá en una compañía todavía más fuerte».
Amazon: Conocida por su ambiente competitivo y de alta exigencia, ha dado un giro hacia un enfoque más estricto. Aunque la empresa sigue ofreciendo algunas comodidades, ha aumentado la presión sobre los trabajadores para que «hagan más con menos», centrándose más en la eficiencia. Una trabajadora denunció que los empleados deben soportar jornadas intensas y una supervisión constante, incluidos los descansos, y que «cada empleado lleva un dispositivo que monitorea todo lo que hacemos: los tiempos, las tareas y la productividad. Incluso elaboran un ranking para saber quién trabaja más rápido». Además, la política de trabajo en la oficina, que quiere poner fin a su política de trabajo híbrido, se ha vuelto más estricta después de la pandemia, lo que ha generado protestas entre los trabajadores.
Pero también otras grandes tecnológicas, como Microsoft y X (otrora Twitter), están experimentando una nueva era laboral en la que la exigencia y el rendimiento están tomando protagonismo, mientras que las ventajas que antes caracterizaban a estas empresas se están reduciendo:
Microsoft: Aunque siempre ha sido percibida como una empresa más relajada, en los últimos años ha adoptado una cultura corporativa más enfocada en la eficiencia y el rendimiento. La compañía ha efectuado rondas masivas de despidos, de más de 10 000, y se ha alejado de los beneficios y las comodidades que solían ofrecerse a los trabajadores. Phil Spencer, director general de Microsoft Gaming, acababa un email así: «[…]A lo largo de la historia de nuestro equipo, hemos pasado por grandes momentos y por otros difíciles. Hoy es uno de los días difíciles. Sé que pasar por más cambios como este es duro, pero incluso en los momentos más difíciles, este equipo ha sido capaz de unirse y mostrarse mutuamente cariño y comprensión, mientras trabajamos para seguir ofreciendo lo mejor a nuestros jugadores. Apreciamos vuestro apoyo en estos cambios y os agradecemos vuestra compasión y respeto mutuo […].
X (Twitter): Bajo la dirección de Elon Musk, Twitter experimentó una transformación radical. Musk implementó una política de reducción de costes que incluyó despedir el 80 % del personal (alrededor de 6000 trabajadores), la eliminación de beneficios (como las comidas gratuitas) y un enfoque mucho más intenso hacia el trabajo, exigiendo largas horas y una dedicación extrema de parte de los trabajadores. Estas medidas drásticas se han implementado para agilizar la estructura interna, eliminar procesos burocráticos y crear equipos pequeños, donde se fomente la autonomía y se acelere la respuesta a los cambios.
Llegan los despidos
La demanda de servicios digitales tras la pandemia ha disminuido a medida que las personas regresábamos a nuestras vidas cotidianas «en el exterior», alejadas del mundo online, junto al auge de la inteligencia artificial, que ha acelerado estas tendencias, ya que las empresas buscan maximizar sus beneficios mediante nuevas formas de «hacer más con menos». Las rondas de despidos se han vuelto una práctica habitual, y la reducción de puestos intermedios está alterando la estructura organizativa. A pesar de las dificultades, empresas como Google, Meta y Amazon, han visto un repunte en sus acciones, a pesar de estas políticas de recortes de personal y la eliminación de beneficios.
Las rondas de despidos se han vuelto una práctica habitual, y la reducción de puestos intermedios está alterando la estructura organizativa
De lo que no cabe ninguna duda es que el sector tecnológico está atravesando una transformación profunda. La era de las ventajas —quizá incluso extravagantes a ojos de las corporaciones más tradicionales—, el trabajo flexible y la estabilidad laboral está llegando a su fin. Este giro en la cultura corporativa está marcando el futuro del trabajo en tecnología, donde el equilibrio entre la vida laboral y personal, que antes parecía una prioridad, ahora parece un lujo que solo unos pocos pueden permitirse.
Actualmente, tras la oleada de despidos masivos sin precedentes que azotó Silicon Valley, desde principios de 2025 estas grandes empresas han superado la crisis pasajera, pero envían un mensaje claro: el trabajo duro y la eficiencia son la nueva norma, y aquellos que no estén dispuestos a adaptarse a estas nuevas expectativas corren el riesgo de quedarse atrás.